EL SEÑOR PRESIDENTE Y SUS “GALARDONES”. La libertad del “carajo”

El Señor presidente de la República Argentina, tiene una gran querencia por España, tal como prueban sus ya reiteradas visitas, siempre “privadas” aunque no precisamente discretas. No desperdicia oportunidad para mostrar sus intimidades tan sinceras como groseras, que efectivamente permiten visualizarlo tal cual es o lo que es lo mismo, conocer sus más íntimos pensamientos.

Siguiendo seguramente los guiones que amablemente le sirven sus anfitriones y anfitrionas, no desperdicia oportunidad para proferir sofismas y proclamas, algunos cargados de ideología ultra, perfectamente identificable y otros de indudable intención “hiriente” contra el jefe del gobierno de España, en la línea marcada por sus corifeos hispánicos.

Cierto que sus soflamas, indignas de un mandatario de un país relevante en el concierto mundial, por su tamaño, su potencial y su privilegiada relación con España y con Europa, no pretenden otra cosa que generar polémica y mostrarse tal cual es, a un mundo por lo visto ávido de insultos, descalificaciones, injurias y groserías. La crisis diplomática que se generó con el gobierno de España, ni es una casualidad, ni es ajena a la voluntad del personaje.

Nada mejor para estimular el “patrioterismo” y el apoyo interno, que procurarse un adversario externo que nos permita confundirnos con la patria misma. Si además eso reafirma al personaje como un referente “mundial” del descaro y del ultraliberalismo deshumanizado y cruel, la inversión habrá sido de gran rentabilidad.

Sus postulados, sus métodos y sus excesos verbales, coinciden plenamente con la señora presidenta de la capital del reino, que mas allá de sus competencias legales y naturales, otorga al personaje un “galardón” ad hoc, naturalmente con el ánimo de premiar unas fechorías que concuerdan plenamente con los objetivos políticos de ella, que no son otros que garantizarse-como él-un protagonismo en el enfrentamiento feroz con el gobierno de España.

Entre sus mantras, están la demonización de la justicia social, de la socialdemocracia o del socialismo, identificándolos groseramente con la degeneración estalinista o cualquier otra ajena a los valores y principios de la mínima democracia liberal.

Son las libertades del “carajo” que predican tanto el argentino como la madrileña, las de los que ajenos a cualquier atisbo de virtud cívica, pretenden un mundo desrregulado, donde el capital sin nombre y sin alma, impere por su interés que no es otro que el máximo beneficio y los efectos colaterales que ello pueda acarrear para la ciudadanía condenada a la miseria.

Lo de Argentina, ya se va viendo que con el concurso del FMI y el entramado bancario, que va camino de repetir episodios ya conocidos, aunque está por ver el desenlace final, aunque es fácil predecir que no va a ser un final feliz. Algunos anteriores, finalizaron en tragedia.

La madrileña, de momento lo tiene algo mas complejo, porque su poder por fortuna es limitado y los contrapesos institucionales, lo evitan, pero intenciones, tampoco le faltan.

Siguiendo las soflamas de ambos personajes, ambos amantes de la jerga polémica y belicosa, uno se siente fusilable en el sentido mas cruel del término, pero esperemos que allende el Atlántico, como aquende, la institucionalidad democrática tenga suficiencia para defenderse del envite y los desaguisados puedan reconducirse democráticamente.

Aunque sea manía propia la de la insistencia, me parece que no hay nada mas eficiente frente a estos personajes, que huir de sus tientas provocadoras y responder con discursos serenos y prudentes, con propuestas sólidas prácticas y humanistas, frente a las cuales solo les quede perseverar en sus mentiras, sus descalificaciones, sus ofensas y sus groserías.

Que se encarguen ellos de hacer mas nítida la fotografía de sus almas en las que anida el odio y la insidia, por mucho que pretendan disfrazarlas de esa defensa de la libertad del “carajo”

Omito los nombres propios de los personajes del sainete, porque creo que son de sobra conocidos.

Jesús Penedo Pallas

Acerca de Contraposición

Un Foro de Estudios Políticos (FEP) que aspira a centrar el debate sobre los diversos temas que afectan a la sociedad desde la transversalidad, la tolerancia, la libertad de expresión y opinión. Desvinculado de corrientes políticas o ideologías organizadas, pero abierto a todas en general, desde su vocación de Librepensamiento, solo fija como límite de expresión, el respeto a las personas y a la convivencia democrática. El FEP se siente vinculado a los valores republicanos, laicos y civilistas como base de una sociedad de librepensadores sólidamente enraizada en los principios de Libertad, Igualdad, Fraternidad.
Esta entrada fue publicada en ARTÍCULOS DE OPINIÓN. Guarda el enlace permanente.