
¿Derogación general?
¡Vamos a derogar el sanchismo! Tiene tela la afirmación retórica del jefe de la oposición , porque la derogación de algo que no sea una norma, es en si misma un imposible o como queda dicho, una simple frase retórica.
Pero cabría una interpretación mas rebuscada, consistente en que el Sr Núñez F. quiere decir que derogará el entramado normativo que se aprobó mientras gobernaron los ejecutivos presididos por el Sr Sánchez y esto, además de no ser nada retórico y en todo caso difícil, tendría consecuencias nada despreciables.
La experiencia del abuso de la “ambición derogatoria”, la vivió en primera persona la Sra Ministra de Trabajo, que hubo de corregirse, porque la derogación normativa como tal, solo se entiende como la pérdida total de vigencia de una ley, que pasa a ser sustituida por la ley precedente en aplicación del clásico principio del “horror vacui”.
La Sra. Diaz hubo de ser realista y reconducir la “derogación” hacia una reforma normativa, consecuencia de acuerdos entre agentes sociales, que en ningún caso, tuvo pretensiones derogatorias.
¿Derogará el Sr. Núñez F. una reforma laboral fruto de un acuerdo entre agentes sociales, para sustituirla por una norma impuesta por una mayoría parlamentaria al margen de la autonomía de las partes consagrada en la Constitución?
¿Derogará también aquellas normas, que son transposición de normas europeas de obligado cumplimiento?
¿Derogará la Ley integral de garantía de la libertad sexual, de la que su propio portavoz partidario, llegó a decir que era una buena ley después de acordar la modificación de la Disposición final cuarta relativa a las penas por delitos de carácter sexual?
Mucho me temo que estamos ante una afirmación retórico-propagandística, cuya finalidad es satisfacer a feligreses de la propia parroquia o a posibles conversos de las parroquias vecinas a los que siempre hay que ofrecer señuelos aparentes.
Ya veremos si a lo largo del itinerario nos desgranan algo mas sobre la cuestión, pero me temo que seguiremos el sendero de la retórica vacía, siempre menos arriesgada que la propuesta clara.
Una cuestión no menor, es que en la parroquia afín de la derecha mas ultra, reclamarán su parte del botín y pugnarán por ser los “derogadores principales”. Amordazar a las organizaciones sindicales democráticas, Aligerar las normas protectoras de la salud pública y del medio ambiente, rechazar la “injerencia” de las instituciones europeas etc, serán entre otros, trofeos que los ultras reclamarán para si mismos. Precedentes ya hay en gobiernos de Comunidades.
Y una derogación no menor prometida explícitamente. La del acuerdo para el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones de la Seguridad Social. ¿Volverá al sistema de su predecesor el Sr Rajoy, que eufemisticamente “garantizó” un crecimiento del 0,25%? Si una vez mas persiguen la profecía autocumplida desde la falacia de la “sostenibilidad”, habría que decir una vez mas que el equilibrio del sistema, pasa por el control del gasto, pero también por la modulación del ingreso, algo de lo que parece no querer enterarse.
Mucha tela que cortar y bastante que reflexionar, mas allá de la proclama derogatoria que no es nada inocente e impacta en conciencias pero también en carteras.
Piensenselo, porque merece la pena. Como siempre opinión tan rebatible como otras.