
Jesús Pedreira*
Con trayectorias distintas, Felipe González y Alfonso Guerra , el hijo del que fuera respetado Secretario de la UGT, Nicolás Redondo, Emiliano García-Page, o Lamban, todo ellos al parecer aun conservando su carnet del PSOE, muestran sin el menor rubor sentirse lejanos no ya de la disciplina socialista, sino expresando un evidente desprecio hacia una militancia que libremente y en un proceso de primarias eligieron a su Secretario General en un proceso que aún con las mejoras que puedan aplicarse, es mucho menos intervencionista y manipulable desde la cúpula, que con el modelo anterior. Y que sin duda sirve para poner en valor la decisión del militante.
Desde una mínima continencia Felipe González, debiera tener presente que un hombre muy querido en el partido, Txiqui Benegas, lo calificaba como el “one”, el “dios”, en una conversación que le grabaron ilegalmente en el coche, en la que vertía criticas muy duras sobre su gestión. Y no debiera dejar en olvido el cesarismo con que ejerció tanto como Secretario General y Presidente.
Puestos a hacer memoria de vocación y talante democrático, cabe recordarle a Alfonso Guerra, que mantuvo la disciplina del Partido de forma férrea, sin el menor resquicio a la disidencia, y que en su conocida frase “el que se mueve no sale en la foto” se retrata perfectamente. Algo que se convirtió en catecismo de sus acólitos.
Es bochornoso que Felipe González y Alfonso Guerra ignoren lo que es un cambio de ciclo y la necesidad de trabajar políticamente en el marco de un nuevo paradigma. Es ignorar lo que sucedió en Suresnes y presentar una enmienda a la totalidad a lo allí sucedido.
Un partido que habiendo cubierto un periodo histórico y quedándose anclado en la realidad de los años treinta del siglo XX, hubo de dar un profundo cambio de rumbo con su protagonismo, que le permitió ser actor clave en la Transición y en la modernización de España incorporándola al espacio democrático europeo.
Quizás no fuera absurdo visto desde la distancia, comparar a ambos con Llopis y su equipo en aquel momento y a Pedro Sánchez con el “Isidoro” de entonces. Y evocar que aquel cambio de rumbo fue severamente censurado por la “vieja guardia” socialista del momento, dando incluso lugar a una efímera escisión, carente de recorrido.
Es sumamente triste y en cierta medida provoca vergüenza ajena, el comportamiento en su ocaso vital de personajes muy importantes hace varias décadas, mostrando un afán patético de protagonismo actuando como polichinelas de una derecha que los despreció y acosó inmisericorde.
Una vergonzosa deslealtad con el Presidente del Gobierno a la vez Secretario General del PSOE de cuya nueva etapa fueron piezas claves. Y deslealtad también a millones compatriotas y militantes que un día les siguieron con entusiasmo, envolviéndolos en su afecto y aupándolos a posiciones que quizás en su vida soñaran con alcanzar.
Pablo Iglesias Pose fundador del PSOE se revolvería en la tumba ante su comportamiento. De los Page, Redondo, Lamban y similares en catadura y rencor, no vale la pena comentar su comportamiento. La historia será el castigo de su mezquindad, convertidos en tontos útiles de la derecha más reaccionaria de la Democracia. El PPVOX.
No es hora de patriotas de pandereta, es la hora de los que amando la Patria como espacio de hombres y mujeres libres y solidarios. Dispuestos a construir convivencia, democracia, equidad social, feminismo y sobre todo un futuro común en el que quepan todas y todos.
* Jesús Pedreira ha sido Teniente de Alcalde en el Concello de Ordes.