EL OCASO DE LA DESESPERANZA.-José Luis Ortiz Güell (*)


En el ocaso de los grandes sistemas comienzan con la desesperanza, el reino que se instaura antes de la caída de un sistema, pero lo que más me preocupa no es eso. Es que hemos caminado un paso más y hemos alcanzado la indiferencia ante el desánimo ciudadano.

Permitidme que relate parte de la historia actual y la reacción de una ciudadanía inerte ante estímulos negativos ¿Hasta aquí hemos llegado de hastió y cansancio? ¿Tal ha sido la incompetencia y la corrupción de nuestros dirigentes?.

Villar, imputado en un caso internacional de corrupción, desaparición constante de documentación necesaria y vital en el caso de investigación que concierne al PP, y que pone en duda la eficacia de los custodios de los documentos.

Una luz de esperanza en un Pedro Sánchez renacido y apoyado por la militancia, que abandona a su suerte a comunidades como Valencia, Andalucía y similares perdiendo el terreno conquistado, quizás por desidia, quizás por exceso de confianza. Un líder fortalecido en el alcázar de Madrid y ya tiene el primer intento de sublevación que le viene de Valencia y Andalucía que se niegan a acatar los puntos que hablan de la “nación de naciones” recogidos en el 39 Congreso y se acogen a lo dictaminado en Granada ¿Quién ha visto que en una guerra, haya replegado sus fuerzas a los acuartelamientos, a las primeras victorias? ¿Qué resultados demuestran los acontecimientos acaecidos? Normalmente una estrepitosa derrota final.

Un Podemos dividido por su colaboración con la izquierda del PSOE, y ante ese rio revuelto unos oportunistas que se aprovechan en su beneficio.

Un problema en Cataluña que un Gobierno no sabe controlar y que quiere achicar con coacciones y represalias, más propias de sistemas que se alejan de lo que se entiende dialogo, democracia, y con la convicción plena de acallar voluntades de pueblos enteros que solicitan el derecho incuestionable de una consulta legítima, como se da en países como en Canada, Reino Unido, y otros tantos que han posibilitado la posibilidad de escuchar a la ciudadanía.

Un proceso que tenía que haber sido escuchado antes, y que ahora de alguna manera, creo que es tratado de la forma equivocada desde las instituciones del Gobierno.

La ciudadanía, parece que se quiere ausentar de esa realidad y la quiere ignorar, pero lamentablemente las últimas decisiones si que afectaran a un pueblo cansado, fatigado, cansado y hastiado de sufrir las malas decisiones, las malas legislaciones y sus intereses para cubrir las necesidades más cercanas a ellos como partes integrantes de esas instituciones ignorando las realidades de un pueblo magullado por el dolor, por la injustica de una crisis malévola, por la frenética crudeza de una realidad que los representantes de la ciudadanía parece que quiere ignorar.

Estamos ante el ocaso de la desesperanza, la sombra de la mayor desgracia que una sociedad puede temer, ya que eso significa que la ciudadanía tarde o temprano dará la espalda a un poder, a un gobierno ineficaz y buscará alternativas en un mundo global.

Ante eso esos gobiernos o cambian de actitudes y reaccionan de forma positiva o tenderán a acallar esas posibles voluntades de los ciudadanos llevándonos a una sociedad despóticamente democratizada.

Lamentablemente, están tomando esta última alternativa, pero ¿acaso el pueblo seguirá calladamente sin decir nada, sin expresar su voz?…..Ya se despertó en su momento, ahora los pueblos, los ciudadanos están más conscientes de sus derechos, de sus reclamaciones y como deben conducirlas para llevarlas a buen término, si quieren reprimirlas.

No hay leyes, ni gobiernos que corten los anhelos de millones de personas, no existen mayores gritos que los se expresan en el silencio de la verdad.

Una verdad contundente que a la larga se ve afianzada por la libertad, la justica y el respeto en un Estado justo que busque y exprese el bien de la mayoría de los ciudadanos.

Una verdad que sólo puede resplandecer en una sociedad en la que la corrupción no anide, no sólo en su funcionamiento, sino como presumiblemente parece, está instaurado en la misma esencia del sistema.

Los ciudadanos estamos cansados de la misma historia, una historia en la que sólo cambian nombres y caras, y de verdad lo que está solicitando es una verdadera regeneración sincera y coherente.

(*) José Luis Ortiz Güell, funcionario

Acerca de Contraposición

Un Foro de Estudios Políticos (FEP) que aspira a centrar el debate sobre los diversos temas que afectan a la sociedad desde la transversalidad, la tolerancia, la libertad de expresión y opinión. Desvinculado de corrientes políticas o ideologías organizadas, pero abierto a todas en general, desde su vocación de Librepensamiento, solo fija como límite de expresión, el respeto a las personas y a la convivencia democrática. El FEP se siente vinculado a los valores republicanos, laicos y civilistas como base de una sociedad de librepensadores sólidamente enraizada en los principios de Libertad, Igualdad, Fraternidad.
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