Cada vez aparece más claro que los cambios tecnológicos, principalmente los avances informáticos, han cambiado muchos aspectos de la vida cotidiana, desde el acceso a la información a los tipos de empleo. Cuando los periódicos reconocen que la versión papel casi no va a existir, y tratan de reforzar la versión informáti- ca, surge la necesidad de modificar la formación de los periodistas. Además de atacar las olas de fake news y evitar titulares estúpidos, la explotación de los ingentes datos disponibles requiere nuevas capacitaciones de los futuros profe- sionales. Y también reciclar a los actuales para que no llamen logaritmo a un «conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema», lo cual desde hace más de 750 años se llama algoritmo (en su primera versión alguarismo).
Ya Arthur C. Clarke (fallecido en 2008) aseguraba que «se han hecho grandes avances en el campo de la estupidez artificial» lo cual ratifica Manuel Rivas quien advierte que «el masivo almacenamiento de datos más o menos privados y su utilización mediante algoritmos en gran parte secretos está cambiando nuestro modo de vida.» Claro que el tratamiento de datos en las noticias deriva en excesos dado «la gente se radicaliza porque prefiere sentir a razonar.» Así El País comunicó que ha «comenzado a aplicar inteligencia artificial a la gestión de los comentarios de sus lectores digitales» mediante la tecnología Perspective desarro- llada por Google (disponible gratuitamente para cualquier medio digital en len- gua española). Tal vez habrá que aplicarlo también para evitar titulares como «En prisión 10 de los 9 detenidos por tráfico de drogas» o «La educación, el mejor ‘antídoto’ frente a la inteligencia artificial.»
Datos:
- Advirtió Terry Pratchett «La estupidez real siempre vence a la inteligencia artificial», mientras apuntaba Jean Baudrillard «Cabe temer que la inteligencia artificial y sus auxiliares técnicos se conviertan en prótesis de una especie cuyo pensamiento haya desaparecido» [Oliviero Ponte di Pino El que no lea este libro es un imbécil (2000) Taurus, p 270]
- Profetizó Arthur C. Clarke «Se habían escrito volúmenes enteros de psicología, así como guías populares (Cómo no herir los sentimientos de su ordenador; Inteligencia artificial: Irritación auténtica), sobre el tema de la urbanidad entre hombre y máquina.» [3001. Odisea final (1997) Debolsillo, p 181]
- El catedrático de Historia de la Universidad de Notre Dame (en Indiana), Felipe Fernández-Armesto, reflexiona sobre el triunfo de las fake news, postulando que en un mundo cada vez más complejo lo que triunfa son las respuestas simples, al margen de su Incluso el sueño de una red universal que uniese al mundo entero se está quebrando, convirtiéndose «en un mundo cada vez más dividido en torno a dos polos, China y los Estados Unidos, sumidos en una guerra comercial cada vez más encarnizada.»
- Cada vez que se produce un accidente aéreo el tratamiento mediático usual apunta a «otro más» en vez de destacar su singularidad como se derivaría de los datos: «En el año 2016 se registraron más de 40 millones de vuelos comerciales. Hubo sólo 10 accidentes »
- Un buen ejemplo de periodismo integrando el big data es el análisis de las últimas elecciones andaluzas publicado antes de que se cumpliese una semana de su celebración. Kiko Llaneras, firmante junto a Borja Andrino de ese estudio, había realizado otro análogo sobre las últimas elecciones presidenciales brasileñas.
- Se anuncia un calendario interactivo que distribuirá la Alcaldía de Sada, un texto que lleva impreso un código QR que enlaza con una página de la web municipal. Eso mismo en el Calendario Histórico A Coruña, el código remite a la imagen actual en Google Maps que corresponde a las fotos históricas de lugares de la
- Cuando se asegura que «vivimos en la era del bitcoin y la tecnología ‘blockchain’», exponiendo los contenidos matemáticos que se utilizan para el cifrado de operaciones, se están señalando las nuevas capacidades requeridas y apuntando cambios profundos de profesiones como registradores, notarios o bancarios. Cuando se asegura que Derecho y ADE son las titulaciones más demandadas por las empresas se recalca que se trata de «Humanidades digitales»; aunque también incluyen titulares sobre la contratación de hackers para mantener su ciberseguridad. Y es cada vez más notorio que van a desaparecer profesiones y la necesidad de formación tecnológica pues se asevera que el 65% de los actuales niños de primaria trabajarán en profesiones aún no existentes, que está en riesgo la diversidad lingüistica y también que «necesitamos la inteligencia artificial (IA) para sobrevivir como especie.» Y así ya se está trabajando en sistemas de IA para catar vinos, nos aseguran que «la IA no nos hará tontos», que se pueden reducir el gasto en refrigeración gracias a un algoritmo e incluso proponen «soluciones para democratizar la IA», todo ello hasta «cuando la IA deje de ser visible» pues su avance se parece mucho al de la electricidad o la digitalización (olvidamos que sólo hace 30 años el procesador de textos terminó con la máquina de escribir y llegó el primer correo electrónico a Galicia).
El año inmediato va identificado con el número 2019, que es número feliz, esto es, de los que «reiterando la suma de los cuadrados de sus cifras se obtiene 1» (22+ 12+ 92= 86; 82+ 62= 100; 12= 1) [para cualquier número con que empecemos ese repetido proceso termina con 1 o entra en el «bucle de ocho términos» 37 ® 58 ® 89 ® 145 ® 42 ® 20 ® 4 ® 16 ® 37]
- *José María Barja Pérez, ex rector de la UDC