Sus abuelos y sus padres habían rendido honores y flores al que dormía en aquella tumba… y ahora lo hacían ellos. Eran los herederos de los privilegios, los abusos, el oscurantismo, las cadenas… del miedo.

Los Herederos se arrodillaron ante la tumba del dictador y depositaron un ramo de rosas negras, adornadas con una bandera  roja amarilla roja en cuyo centro “ rezaba” una emotiva dedicatoria: “ Nunca te olvidaremos. Amor eterno, General”. Y de sus iracundos ojos cayeron unas lágrimas azules de, supuesta, raza superior aria. Y comenzaron a rezar un rosario de promesas con las que lo iban a honrar:

• Ya falta poco, General… para que los niños crucen las alambradas de los colegios uniformados con abrigos de oveja, y entren en las clases con las cabezas gachas, rezando un Padre Nuestro… que estás en el Miedo. Para que sean deseducados, y se les enseñe a obedecer sin pensar ni preguntar. Para que la desinformación a la que los someteremos sea el diploma que sepulte sus derechos y libertades. Para hacerles una lobotomía y convertirlos en analfabetos sociales y cívicos, en productores que en el futuro no causen problemas y sepan guardar silencio. Para que cuando esos niños salgan de los colegios, convertidos en soldados descerebrados, saluden, cara al sol, a tu memoria, y le canten a tu gloria eterna, General.

 – Ya falta poco, General… para que nuestras hembras tengan como profesión la sumisión y ejerzan de buenas esposas y madres, tareas únicas para las que han sido creadas por Dios. Para que nuestras inocentes y dulces hijas lleguen al hogar paterno a las nueve de la noche y no se marchen de él hasta que contraigan matrimonio eclesiástico. Y tengan todos los hijos que sus santos esposos depositen en sus fértiles úteros… y que Dios les mande. A nuestros hijos e hijas se les prohibirá tener ningún tipo de relación sentimental o social con gente de mal vivir: anarquistas, socialistas, comunistas, ateos, agnósticos, masones, y demás corruptores, quema iglesias, violadores… ¡ Hijos de Satanás! Así mismo, tampoco se podrán relacionar con: gitanos, negros, judíos, homosexuales, extranjeros intrusistas, y demás basura humana. Nada de chusma, perros flauta, cheos de moscas, … Todos fuera de nuestra  Madre Patria… ¡Viva la Endogamia Fascista!

• Ya falta poco, General… para que los obreros dejen de tratar de tú al Jefe, y recuerden que sigue habiendo clases sociales. Dejen de reclamar derechos, sueldos dignos, y trato respetuoso. Además se eliminarán los sindicatos  y reuniones o manifestaciones obreras. O se someten a la jefatura absolutista del “ Amo”, o se les excluye de la producción… y se les condena al hambre permanente… ¡ Al Patrón se le respeta, carajo!

• Ya falta poco, General… para  que las iniciativas de los intelectuales, artistas, creativos, maestros, doctores, políticos, juristas, investigadores científicos, activistas, y todos los librepensadores, sean silenciadas y maniatadas… ¡ Degenerados criminales, que llaman progreso y educación a oponerse  a la voluntad de Dios, la Patria, y el Rey… y a la tuya, General!

Pero… los herederos del General, hijos del absolutismo, fascistas genéticos, cromosomas de la intolerancia, alteraciones de las células de la dignidad… no contaban con el Ejército Proletario, cuyos soldados armados con la razón, la tolerancia, la solidaridad, y la cultura, de la mano de la Democracia… apartaron el ramo de rosas negras de la tumba del general, y en su lugar depositaron un ramo de rosas rojas adornado con una banda blanca, en cuyo centro una inscripción cantaba alto y claro: ¡ Libertad, Igualdad, Fraternidad!… Y el fantasma del General salió catapultado al aire… y los Herederos salieron detrás…

Cuenta la leyenda… que, desde entonces, un negro éxodo de cuervos surca los cielos graznando entre odios y maldiciones: “¡Volveremos. Nos haremos más fuertes. Nos armaremos y les venceremos… Ya falta poco, General!”

Y… colorín color rojo y morado el cuento de los Herederos … ¡Maldita sea!… no da terminado.

(Cualquier parecido con la realidad es pura… “ fricción”).

Copyright- María Purificación Nogueira Domínguez.