¿Se habrá dado cuenta el rey que está desnudo?- Carmen Vieites Conde

Carmen¿SE HABRÁ DADO CUENTA EL REY QUE ESTÁ DESNUDO? 

Había una vez un Reino, que, como todos los reinos que en el mundo han sido, tenía un Rey, una Corte y bastantes súbditos. Estos súbditos, todo hay que decirlo, no tenían demasiado satisfecho al Rey pues no le rendían el vasallaje que él creía merecer.

Un buen día llegaron a la Corte unos personajes que se dedicaron a buscar la forma de entrar en Palacio y de poder hablar con el Rey. La intención era ganarse su voluntad, así tendrían salvoconducto para hacerse con los tesoros del Reino, sabían que eran valiosos y sí los conseguían ellos serían ricos y poderosos, y ese era su objetivo. Para ello usaron todas las armas que tenían al alcance: conocedores de la vanidad del Rey, lo “camelaron”  diciéndolo lo bello y apuesto que era, pero que podía serlo mucho más si les confiaba medios suficientes para comprar ricas telas que ellos diseñarían a su antojo, pero con los que el Rey ganaría mucho en elegancia y prestancia y los  Reyes de los Reinos vecinos primero palidecerían de envidia y luego se rendirían ante Él.  Le repitieron tanto y tanto lo que ganaría si se ponía en sus manos, que les creyó. Y, en vista de que estos personajes le avisaron que sólo debía hacer caso a ellos, que los que les cuestionasen es por qué iban en contra de Él, no dudó en apartar de su lado a los y las que, a pesar de las posibles represalias, le podía más su honestidad y le prevenían contra los sujetos en cuestión. 

Los personajes ya tenían el camino despejado para obrar según sus intereses. Cortaban y cosían telas imaginarias, creando “vestidos” que le hacían probarse deshaciéndose en alabanzas del magnífico resultado. Los cortesanos y cortesanas que permanecían en la Corte, aún viendo que los trajes no existían, que el Rey iba desnudo, que las «vergüenzas» estaban al aire, no dudaban en deshacerse en alabanzas hacia su elegancia pues eso supondría perder sus privilegios, que, por cierto, cada vez, eran menores.

El Rey seguía dilapidando la fortuna del Reino en el alto precio que dichos personajes exigían para mantener su elegancia…..los cortesanos seguían callando….

Como casi siempre pasa, aquellos que no tienen nada que perder, dieron la voz de alarma:¡EL REY ESTÁ DESNUDO!.

Los habitantes del Reino, a los que habían silenciado (ya había inventado la Ley Mordaza!) empezaron a decir: Es verdad, el Rey está desnudo!. Y hasta las y los cortesanos que habían envuelto en halagos al Rey comenzaron a hablar sin pudor de que el Rey se paseaba por todo el reino desnudo y, claro, una persona en ese estado no es conveniente para Rey….

Las consecuencias son previsibles…..el Rey se quedará solo y los personajes desaparecerán con el botín. Las joyas del Reino pasarán a la mano del mejor postor.

Pero yo tengo una duda y por eso os hago la pregunta: aunque ya es vox pópuli que el Rey está desnudo…. Se habrá dado cuenta o seguirá pensando que es el más guapo, apuesto y elegante?

Esto es una “versión libre” del cuento que todos conocéis, y, en contra de lo que se suele decir, cualquier parecido con la realidad, NO es coincidencia.

Acerca de Contraposición

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