Días de chistes,
y de chisteras,
de “bar – cenas,”
risas, y penas.
Cuentas extracontables,
los cuentos incontables;
¿de un único culpable?,
¿un sólo miserable?
Los papeles al muerto,
y corremos la cortina,
visillos, y las pantallas,
más listo que un tuerto,
de puro y nicotina.
Los “muertos” son canallas.
Don Luis hoy aguanta
no tira de la manta,
no tira del mantón,
el pájaro, no canta,
Su nido encantado
para pasar el rato,
más locuaz que Rato
y el oro, ocultado.
El ave es el maestro,
lo tiene todo atado,
no resulta siniestro;
elegante y apuesto,
se ganó su puesto,
por supuesto, diestro.
Días de chismes,
de realeza,
poca nobleza,
Rey, y prensa.
Sacamos temas de cuernos
cuándo no vienen a cuento.
¿Reporteros modernos,
o prensa sin talento?
Su lealtad…, a los infiernos.
¡Valientes periodistas!
con hechos desfasados,
de viejos, y pensionistas
¡Bárbaras! Eran las listas,
de tiempos, ya pasados.
Pues bien que lo lamento,
las cosas, a su tiempo,
por eso lo comento:
¡hoy, no tiene mérito!
Cobardes editoriales,
“porteras” desleales.
Ahora no es el momento:
con chismes, despreciables,
“reales”, miserables.
Sois unos elementos,
todo por los ungüentos
de “trapos” amarillentos,
un “corin” de esperpentos.