los hombres por hacer sangre;
la avaricia de un presente
en sus colmillos se siente.
Anhelan cielos en tierra,
infiernos, para el que venga.
Sin futuro ni ayer,
sus fauces se alimentan de dinero,
¡hasta desfallecer!
Con trampas y aranero,
el lobo es maestro de un gallinero.
Odios, venganzas y encuestas,
¿dónde las respuestas quedan?
¿en políticas de apuestas?,
las pocas ideas se vedan.
Las huchas hoy se vacían
sistemas piramidales
si las cosas no varían,
son estafas, a raudales
qué mentiras, no desvían.
(Tonto el último)
¿Qué pasa Don Mariano?
¿Por qué tiene miedo de lo pasado?
¿Se está volviendo anciano?
Se le nota cansado,
cadáver de un futuro fracasado.
Los “presentes” cohechos,
del futuro son prevaricaciones,
memoria, son los hechos
no eran conspiraciones,
lobos o fiscales ¿pro corrupciones?
Escondido por plasmas
con wasaps dignos de reprobaciones.
¡Son tantos cataplasmas!
¡Suerte de oposiciones!,
más no todo es…, ganar las elecciones.
Ministros reprobados,
con leyes de cláusulas, ¡por los suelos!,
de herencia, condenados,
¿se ríe de otros duelos?,
ver partidos, partidos, no es consuelo.
Muertos y Abuelos devorados,
en las cunetas, su memoria,
sus esfuerzos ¡más que olvidados!
Escoria, en busca de su gloria,
a sus nietos son desleales
por sus “presentes”, ¡miserables!
El lobo siempre fue bueno,
el hombre se inventó el cuento.
Se juega con medios,
al juego del miedo,
¡qué tristes remedios!,
¡qué tristes los cuentos!,
para…, nuestros nietos.
En el gallinero cuando llegue el lobo, se lo encontrará sin gallinas ni huevos ni oro, porque ya el anterior lobo, se lo comió todo.