Esta mañana, por primera vez en la historia de la democracia no sólo de España, sino de muchos países democráticos ha sido llamado a declarar un Presidente de una nación como testigo de uno de los casos más graves de corrupción que afecta a partido.

Si hubiese vivido Valle-Inclán hubiese perfectamente adaptarlo para una de sus magistrales obras, de ahí el título de la crónica el Presidente ignorante , pero no ignorado, especialmente por los medios, ciertos medios y como no la ayuda que ha recibido por parte del juez en determinados momentos, cuantos era interrogado por parte de la acusación.

El presidente más ignorante de la historia que ante semejante realidad política, originada por su nefasta visión sobre su forma de actuar desde el Estado como un líder civil, y no como un pésimo imitador de gobiernos más propios de comedias, ha sido el causante de llevar a la quiebra moral de una Gobierno acuciado por la corrupción y no es capaz de dimitir.

El presidente más ignorante de la historia rodeado de individuos para los que solo existe un alibi de protuberancias mentales, propio de sujetos cuyo único interés borró cualquier vestigio solidario, porque vendieron sus conciencias , si alguna vez las tuvieron, para comerse la bazofia de quienes les pagan por las construcciones de sus artificios auspiciados bajo la forma de política, y mantener sus mezquinas prebendas personales y que construyeron en su entorno un reino de corrupción que es juzgado y está a la espera de una sentencia acorde al daño producido.

El presidente más ignorante de la historia que sabe que no tiene liderazgo ni influencia alguna sobre la población que en algún momento le dio su confianza, más por efecto de las palabras de un buen y entrenado orador que por sus acciones generadas desde el poder. Un presidente que traicionó la memoria y la responsabilidad encomendada, y que con argucias diversas busca burlar los intereses de la generalidad de la población, incluso de sus iguales de gobierno  cruzan en su camino y se dejan embaucar.

Un Presidente ignorante, tal y como el mismo se ha mostrado en sus declaraciones en el juicio y creo no levantar falso testimonio a la vista de esas imágenes , y de lo que ha quedado constancia en millones de españoles que lo han seguido, pero lo más triste para España y los españoles es que no es ignorado y que a mi opinión debería en un acto de valor y dignidad dimitir y proceder a unas nuevas elecciones para dar la oportunidad a los españoles de decidir sobre los destinos y sus posibles dirigentes y esa es la verdadera realidad que ha demostrado un poco más de una hora de declaración de un Presidente en un juicio, un acto único y que ha tenido lugar en España…..

Aunque en estos tiempos tan convulsos podemos tener la suerte que otros ejemplos nos hagan buenos, y quizás sólo tengamos que dirigir la vista al que hasta hace muy poco fue el país más poderoso del mundo Estados Unidos, con su gran estrella Trump, y no tanto Presidente, ya que la razón no es su traje fuerte, sino más bien todo lo contrario.

Si cada país tiene los gobernantes que se merecen me planteo un interrogante, ¿tan malos ciudadanos somos que nos merecemos unos gobernantes tan mediocres? ¿Acaso es que el siglo XXI ha comenzado destacándose con unos gobernantes que distan mucho de aquellos que nos dirigieron nuestros destinos en los últimos cincuenta años del siglo XX? Demasiados interrogantes para realidades demasiados urgentes y dolientes.

(*) José Luis Ortiz Güell, funcionario