En este tiempo cuando el feminismo, con toda la razón, ha reivindicado ciertos derechos ha llegado a afectar a determinados colectivos y uno de ello es el mundo del modelaje y de las azafatas.
Hay quien es incapaz de entender el movimiento feminista dentro de la industria de la moda.
Si bien es cierto que ha podido incidir, más o menos, indirectamente a la hora de trabajar. Por ejemplo, el que ahora esté mal visto la entrega de premios por parte de azafatas en deportes y otros eventos.
Tenemos, en mi opinión, que ir más allá y quizás entrar a hablar de lo que se puede denominar feminismo interseccional, el que alcanza a todos los géneros, etnias, razas, clases, diversidades funcionales, orientaciones sexuales, religiones y edades y que buscaría la solidaridad de las minorías afectadas para derribar el heteropatriarcado y sus consecuencias cotidianas.
En este caso es la moda la que serviría de medio de expresión, y nunca como una amenaza, desde su propia esencia y realidad y hacerlo mucho más inclusivo centrándonos especialmente en la diversidad porque la moda es para todos.
Podemos empezar revisando por ejemplo los zapatos, las mujeres de pie grande tienen pocas posibilidades de encontrar diseños acordes a las tendencias, alguna firma ha obrado ese milagro, pero pocas un problema que ha afectado a la mismísima Paris Hilton ya que usa una 45.
El universo curvy (aquellas que el mundo de la moda encuadra en gordas, y en realidad representando a más del 90% de la mujer actual) en este momento la palabra gorda o gordo pierde su connotación despectiva y humillante y celebra la pluralidad de los cuerpos de las mujeres reales, las que encontramos en la calle.
Desde aquí afirmo que nada que esté relacionado con el mundo de la mujer, ni su cuerpo entre otras cosas, debe ser considerado feo, ni despectivo, sino como lo que es algo hermoso y elegante, como el mismo arte. La mujer es y será uno de los pilares de esta sociedad, humanamente, inteligencia y tenacidad superando en multitud de ocasiones al hombre.
De como desde la moda y gracias a ese feminismo interseccional se puede dar apertura a la libertad, aunque sea tímidamente, en el mundo islámico.
Como desde la moda se descubre la gran capacidad de la mujer, que ya no sólo es modelo, sino que es además fotógrafo, entre muchas de sus muchas facetas como es el caso de Marieta, modelo zaragozana de mediana edad, en pleno auge y capacidad, reconocida ampliamente dentro del mundo de la moda en Madrid y Barcelona., personas luchadoras y emprendedoras, en definitiva.
La moda y el feminismo ha llegado a conseguir que en este tiempo
que hay tanto debate sobre la diversidad corporal la agencia IMG Models firmó un contrato con un modelo masculino plus size (tallas grandes) que se llama Zach Miko que ya ha modelado con importantes firmas.
Para entender que feminismo y moda pueden, de hecho, hacen un buen tándem sólo tenemos que mirar como en las 2017 grandes firmas de moda como Dior o Prabal Gurung subieron sus mensajes feministas, en forma de camisetas y complementos, sobre las pasarelas y la organización de la Semana de la Moda de Nueva York animaba a modelos y asistentes a vestir un pañuelo blanco durante todos sus desfiles para mostrar su descontento con las medidas discriminatorias de Trump.
El pasado mes de noviembre, con motivo de la celebración del desfile de Victoria’s Secret en China, una multitud de modelos (de todas las tallas, razas, colores y formas) saltaban a las calles de Nueva York desfilando bajo cero, para denunciar la imagen estereotipada que difunden estos eventos. ¿Desaparecerán este tipo de formatos, concebidos por la mayoría como un retroceso en el rumbo que está tomando la moda, y la sociedad en general?
Entrevistando a la modelo curvy, precursora del movimiento “yo no soy 60-90-60” , Eva María Perez Llano, luchadora infatigable de esta causa , entre otras, he podido ver claramente que ha comenzado un camino que no tiene retroceso, se percibe está evolución, imparable, no exenta de trabajo y lucha.
Tanto el destino , como la vida misma, pero especialmente el mundo de la moda está ya escrito y el feminismo es la pluma que lo escribe con sabio renglón.
El feminismo tiene la guerra ganada y es cuestión de tiempo que, quienes no se renueven y se sumen a ella, tienen los días contados y con el tiempo se reconocerán la labor de grandes personas y mujeres como Eva María Pérez Llano, que repercutirá en muchas otras que podrán disfrutarlo.
Un mundo que superará el machismo, con la fuerza de la mujer y logrará la igualdad.
(*)José Luis Ortiz Güell, funcionario