Antes de la II Guerra Mundial permitidme que recuerde el panorama .
Las vanguardias fueron el preludio de que todo cambiaría. Los esquemas estrictos ya no servían los artistas y a los escritores, a los intelectuales europeos, a replantearse la idea de civilización y de ahí, clarísimamente, nuevos movimientos como el Dada. Todos sus primeros miembros eran desertores o pacifistas de aquella guerra ( la I GM). Nació toda la revisión y la crítica profunda: por la derecha, con el retorno al orden; y por la izquierda, con el Surrealismo.
Económicamente se caracterizó por:
- Apertura del comercio internacional.
- Desarrollo sin precedentes de la actividad bursátil y financiera.
- Exceso de producción que no podía absorber un mercado de bajo poder adquisitivo.
- Gran especulación a nivel general.
- Desempleo generalizado y empobrecimiento de la población.
- Adopción de políticas económicas autárquicas y planificadas.
Políticamente:
- Auge de ideas fascistas en contra la democracia y sistemas de izquierda. Caracterizados por el culto al líder, violencia, auge del militarismo.
- Nacionalismo a ultranza justificado por la necesidad de buscar un chivo expiatorio ( los judíos en el caso de Alemania).
Ahora es lo mismo pero aparece el arte de la improvisación (los Chapman, Cattelan, Tracy Emin), movimientos neo-.( Cristina Iglesias, Susana Solano, Gary Hill, Meireles, Pipilotti Rist).
La derecha quiere el retorno al orden, la izquierda sigue con el rap de La Insurgencia y son detenidos y presos.
Políticamente y económicamente igual, pero ahora el chivo expiatorio es la emigración, y gran parte procede de la parte musulmana.
Los nuevos fascismos calientan los motores para un nuevo conflicto quizás el definitivo, quizás el último……
No quiero se alarmista, si realista y ahora es cuando el pueblo tiene más poder que nunca y está en sus manos que no llegue a ocurrir. Es una súplica, un grito de auxilio ante los que buscan la muerte y el dolor.
Reflexionemos y obremos con sensatez si queremos seguir teniendo una paz duradera, una vida digna en definitiva una vida.
*José Luis Ortiz Güell, funcionario