¿Qué es Política?- me preguntas, fijando tu esvástica azul en mi esvástica inexistente. La Política y el Señor Gobierno son poco atractivos, nada atractivos, y la cruda realidad de su fealdad se refleja siempre, en el espejo de la gente. Esos políticos, esos gobernantes, son esos grandes ganadores de urnas, que por un cincuenta por ciento cambian la Humanidad por el Poder. Esos mandatarios populares, cuyos únicos amigos son el interés, la sofisticada y hermosa Lady Moneda, y ellos mismos. Esos que se han divorciado de su ideología y ahora comparten cama con Miss Power. Esos amigos íntimos de Yves Saint Laurent, del pescadito negro de Irán y de Dom Pérignon. Esos ludópatas de vidas ajenas, conservadores del despropósito y liberales de la sinrazón, que juegan con sus sofisticados submarinos, para ver quien hunde más y mejor. Esos gobernantes, entes inteligentes y, cómo no, racionales. Esos iconoclastas de los sueños, de la solidaridad, del bienestar colectivo y de la ansiada libre Libertad. Esos gobernantes no gobernados, defensores de la Razón sin razón, pobres hacedores del fingido Progreso y de la única Unidad. Esos que un día se ciñeron la boina del Che, los calcetines de Madame Liberté, los zapatos de Madame Égalité, y ahora solo visten en tiendas exclusivas regentadas por Lady Vanity. Esos hombrecitos que crean leyes y maneras, nos colocan en madejas de lana de oveja y nos tejen, y a los que resulta mucho más gratificante decir adiós que hola… de esos entes te guarde la Suerte. Y de esos otros que, una noche lejana en el tiempo, se ciñeron las botas militares y los trajes de camuflaje, se permitieron jugar con nosotros a la guerra, nos quitaron la libertad, la dignidad y la vida, y de cuyo nombre prefiero no acordarme… de esos te guarde Dios. Porque sus sobrios trajes “almidonados” sin cuerpo, sus brillantes zapatos de cordones sin pies y sus fantasmas… amenazan con volver. Y… la desidiosa tranquilidad de unos y la violencia de los otros… empiezan a regentar un fascismo mundial.

Copyright- María Purificación Nogueira Domínguez