– ABUELA: ¡Qué haces con la nariz hundida en ese libraco, hija?

• NIETA: Estudio Historia Universal, abuela. Y quiero quitar un sobresaliente, de ahí mi hendidura nasal.

• ABUELA: La Historia siempre ha sido creada y escrita por los mismos: El Poder, de la mano de La Riqueza, La Nobleza, y La Iglesia… la Oligarquía Universal. Siglo tras siglo las mismas manos han esclavizado, secuestrado y manipulado, el bienestar y la libertad de muchos seres humanos, en su vigoroso y exclusivo beneficio. Generación tras generación han cambiado los tiempos y los protagonistas… pero las historias son las mismas.

-NIETA: No hay comparación posible entre el pasado y la actualidad. Por ejemplo, la lucha que emprendieron nuestras antepasadas por la igualdad era mucho más intensa y peligrosa. Nada que ver con la que llevamos a cabo nosotras.

• ABUELA: ¡ Naturalmente que sí! Solo ha cambiado el hecho de que la evolución ha favorecido… que los machos no violen a las hembras en la oscuridad de las cuevas. Ahora las violan en las grandes urbes, bajo las sombras de las luces de neón. Las arrastran por el cabello de su dignidad a las patriarcales e involutivas cavernas de vanguardia, las menosprecian, les restan derechos, las matan social y económicamente… y, si no acatan su machota voluntad, también lo hacen físicamente.

• NIETA:  Abuela, esa vena feminista tuya está excesivamente hinchada. El machismo actual es mínimo, y está ejercido, únicamente, por unos cuantos cavernas sin antorchas, que se han perdido en las tinieblas de su viaje en el tiempo.

-ABUELA: Sí, sí… ¡ Ya lo creo! Hija, tu ingenuidad es proporcional al estado de tu corto calendario. No obstante, he de decir que los hombres son mucho más igualitarios, más detallistas… El día de los Enamorados te obsequian con una lavadora para facilitar la carga doméstica… pero solo porque lavar en los ríos está prohibido. O te regalan una olla express… pero porque hacer una fogata y un asado en el balcón, o la terraza, es un delito… y porque se han extinguido las costillas de Brontosaurio.

• NIETA: Hemos alcanzado grandes logros en Derechos Humanos. Ahí tienes a Abraham Lincoln.

• ABUELA: ¡Qué gran hombre de estado, y alto, era Lincoln!… Pero aquella victoria que logró aboliendo la esclavitud, es, hoy en día, una falacia. Ya no se esclaviza a los negros, se esclaviza a los negros, a los blancos, a los amarillos, a los rosas…( y a los verdes, no, porque todavía no hemos alcanzado ese tono de piel). A los niños se les niega formación educativa, porque la necesidad les obliga a trabajar… A trabajar en condiciones infrahumanas, propias de las plantaciones de algodón de los amos blancos, que se han convertido en fábricas, comercio esclavo, en cuyas nóminas están incluidas, también, mujeres, ancianos, y toda mano de obra… que enriquezca al amo.

-NIETA: Abuela, la política ha dado un gran paso hacia la Libertad. Recuerda a los Faraones, los Césares, los Señores Feudales, la Inquisición de la Iglesia… la Oligarquía.

• ABUELA: Los Faraones actuales siguen alzando grandes pirámides que rascan el cielo, y que se levantan con los impuestos y el sudor de los esclavos que las construyen. Los Faraones se que dan con ellas en propiedad, no permiten la entrada a los esclavos, y cuando estos ya no tienen más sudor que exprimir… los Faraones los arrojan desde lo alto de las pirámides. Los Césares antiguos, descendientes de Dioses, se han introducido en los cuerpos de los actuales, han cambiado las túnicas por sillones presidenciales, carteras ministeriales, y otros iales gubernamentales…  y han edificado un gran circo mundial en donde luchan los gladiadores. Los nuevos Césares  siempre suben el pulgar para perdonar la vida de los gladiadores de élite, pero siempre lo bajan para castigar a los gladiadores proletarios, que  honran su gloria y les saludan: ¡Ave, Césares, los que van a morir de hambre, de guerra, de privación de libertad, de miseria social y moral… os saludan! Los Señores Feudales, que obtuvieron sus riquezas, coronas y noblezas, saqueando, conquistando, colonizando y asesinando, siguen manteniendo sus nobles retratos, enmarcados en oro, colgados de las paredes de sus castillos, palacios y mansiones, y  de cuyos fantasmas viven  a cuerpo de reyes, condes y marqueses, sus descendientes… una generación tras otra. Y… a la derecha de todos ellos, siempre se ha sentado la Iglesia, que les ha cubierto los flancos con sus guerras santas, sometiendo los cuerpos y las almas libres, adoctrinando en el miedo al Poder y a la ira de Dios… Un Dios al que siguen utilizando como represor de voluntades. Un Dios al que nunca han escuchado la voz, no han sido presentados, y en el que no creen. Y del que milicias papales, cardenalicias y sacerdotales, viven… como Dios.

• NIETA: ¡Qué difícil me lo pones, abuela!

• ABUELA: Las nuevas generaciones tenéis la preparación adecuada y  estáis en el momento propicio… para borrar la Historia, y escribir en un libro blanco, exento de herencias fascistas, prejuicios raciales y de género, vuestra Historia. Una Historia limpia, digna, para una humanidad digna. Debéis detener la mano oscura del Poder y su destructiva y perversa escritura. Así que… cierra ese libro, hija. Pero… antes mira fijamente a los ojos, y a las hojas, de la Historia, y dile: “Señora, tú no eres digna de entrar en mi vida, y una letra mía bastará para… cambiarte. ¡Fuera de mis páginas, engendro del Poder! Vade retro… vade retro”.

*Copyright- María Purificación Nogueira Domínguez.