En esta crisis son numerosos los héroes anónimos, médicos, bomberos, comerciantes, conductores de autobuses, etc.…, que esta pandemia está sacando a relucir. Hoy quisiera dedicar una persona excepcional y se llama Laureano Garín Lanaspa.
Un licenciado en Derecho y Ciencias Políticas y Diplomado en Empresas y Actividades Turísticas que en 1981 creo CIVITAS, en Zaragoza, una asociación que se dedicaba y se dedica a la promoción, protección del derecho de las familias y la protección de las necesidades de los más desprotegidos., entre otras cosas.
No sólo ha repartido miles de kilos de ayuda, de comida, ha ayudado a miles de personas en esa andadura.
Se dedicó a la política y desde su cometido como concejal siguió trabajando por mejorar su entorno en hacer de esta sociedad, un lugar más humano.
Machado diría de él que presenta un «torpe aliño indumentario», normalmente con ropa cómoda y lejos del traje y la corbata. En cuanto a su significación política, siempre vinculada con el socialismo y la socialdemocracia. Laureano es el hombre de la “ardiente paciencia” que durante casi cuarenta décadas no sólo buscó cumplir con sus anhelos y entregas y siempre colocando la coherencia y consecuencia en la búsqueda de hacer realidad sus sueños de justicia.
Miles de familias ayudadas a lo largo de un año, y esa labor durante casi cuarenta años. No sólo se quedó ahí y también potenciaba la cultura y la lucha por la mujer con su asociación. Un trabajo de años acompañado de buenas gentes que participaba n en esa labor.
Hay personas mentirosas y personas comprometidas. Las primeras son aquellas que nos venden sus valores, sus falsas pancartas y sus palabras vacías a cambio intereses secretos. Las segundas abundan un poco menos, pero, al fin y al cabo, dignifican al ser humano y una de ellas es Laureano Garín, persona comprometida desde hace décadas. Personas con propósitos claros, personas sinceras que nos inspiran, que defienden aquello en lo que creen sin vacilaciones ni miedos.
Hace años se llevó un estudio a nivel mundial para medir el grado de compromiso que tenían las personas y los resultados fueron curiosos. Los países que tuvieron las puntuaciones más elevadas fueron los sudafricanos, los de América Latina y España y entre los últimos puestos aparecieron países como China o Japón.
Con la crisis y el confinamiento, el Banco de Alimentos, decidió cerrar hasta el 13 de abril y ante la avalancha de solicitud de ayudas, estuvo dos días en las que apenas pudo descansar logró que el día 6 ya estuviera abierto y con voluntarios y de esa manera el día 7 pudo repartir 1.500 kilos de comida y ayudar a 88 familias y con ello contó con 12 voluntarios.
Se produjo el milagro de la unión pues entre ellos había representantes de América Latina y españoles. Un momento de unión y de solidaridad. Gracias Laureano por tu lucha, por tu trabajo por la colectividad y más en estos momentos de crisis sin precedentes.
Nada más comenzar esta crisis y antes del confinamiento, delante de un café y entre amigos expreso:
“Toda mi vida he sido un militante social. La única manera de mejorar las causas sociales, es mantener la lucha para mejorar la sociedad y eso significa tener gente capaz y comprometida, generar instrumentos como CIVITAS e instrumentos colectivos y comprometer a la gente. Siempre he creído y creo que lo mejor de las personas siempre está por llegar y esta situación me lo está demostrando con la actividad de las personas de mi entorno.”
*José Luis Ortiz, funcionario