No voy a referirme al estado de alarma sanitaria, ni al mal llamado proceso de desescalada en un más que dudoso símil de un proceso bélico.

Lamentablemente lo sanitario, a pesar de las decenas de miles de muertos, cotiza a la baja en esa lonja de despropósitos en la que se ha convertido el Congreso de los Diputados. Cotiza a la baja, porque a una parte del mercado le va bien con la devaluación de la mercancía, eso si, cuidando la perversa retórica vacía pero siempre contraria.

La cruzada emprendida por Sus señorías de la derecha extrema y la derecha ultra, contra el Sr Ministro del Interior, no tuvo desperdicio. Inquietante es el intento de confundir la Benemérita Guardia civil, con el Coronel Pérez de los Cobos, como lo es que pretenda manipularse el mensaje confuso, que pretende reducir a un Jefe de la Guardia Civil, a un agente en funciones permanentes de policía judicial. Repárese en que la inamovilidad de los funcionarios públicos, como garantía de neutralidad e independencia en el ejercicio de sus funciones, no alcanza bajo ningún gobierno, a los altos cargos llamados de libre designación, cuyo cese y nombramiento, depende discrecionalmente del gobierno.

Si a la variada y suculenta ensalada, le añadimos la investigación judicial consecuencia de una querella contra el Sr. Delegado del Gobierno en Madrid, por autorizar una manifestación el ocho de marzo, viendo intenciones criminales en dicha autorización, es como añadir tabasco a la guindilla, para provocar una perforación de la pared esofágica. No deja de ser cuando menos llamativo, que los mismos que impulsan la tal querella, se manifiestan dentro del período de crisis sanitaria, reivindicando el derecho a la libertad de manifestación. ¡Que alguien me lo explique por favor!

El Señor Vicepresidente del gobierno, gusta de fustigar a los adversarios de hemiciclo con adjetivos mas o menos hirientes, que le reafirmen ante su parroquia incondicional, como el paladín auténtico y genuino de lo que ellos creen sus intereses, o lo que interpretan como su desahogo. Lo hacía cuando conscientemente denominaba con título nobiliario a Su Señoría Dª Cayetana Alvarez de Toledo y Peralta-Ramos que no dudó en corresponder con igual cariño al Sr Vicepresidente, calificándole como “hijo de terrorista”.¿Podría ilustrarme alguien sobre la aportación del intercambio entre sus Señorías a la resolución de los problemas de los ciudadanos de España?

Abundando en la escalada fácil, el Sr Vicepresidente, siempre predispuesto a favorecer la concordia, sugiere nada menos que en la llamada Comisión de Reconstrucción, que a sus Señorías de Vox, tal vez les gustaría que se produjese un golpe de estado, lo que provocó las iras de su Señoría Iván Espinosa de los Monteros que pidió el amparo del Sr Presidente de la Comisión. Condescendiente el, le da al Sr Vicepresidente la oportunidad de enmendarse, oportunidad que este aprovecha con júbilo, para reafirmarse y ahondar en la herida, diciendo aquello de “a ustedes les gustaría dar un golpe de estado, pero no se atreven”. Esto provocó la airada salida del ofendido que fue cordialmente despedido por el ofensor con el “cierre la puerta”. El Sr Presidente de la Comisión se vió obligado y le honra pedir disculpas al siguiente inicio de la sesión, por no haber cortado de raíz ese tipo de enfrentamientos. ¿Podría alguien explicarme cual ha sido la aportación de estos hechos, al objetivo de la Comisión, que debería ser el de elaborar propuestas de consenso para conjurar los tremendos efectos económicos de la crisis sanitaria?. ¿No sería más productiva, una pizca de autocontrol, y aplicar el ingenio para que los resultados de las propuestas de la Comisión para la reconstrucción, aporten algo útil al objetivo para el que fue creada?

Es cierto que algunos creen, que la solución debería venir del modelo de aquellos generales abundantes en el Siglo XIX, que gustaban de competir con sus caballos por los  tamaños de sus anatomías y yo sinceramente pienso que la solución solo puede venir del regreso al buen juicio a la prudencia y a la honestidad intelectual y personal. Por fortuna, no son tiempos de pronunciamientos ni de asonadas, sino de concordia y de humildad.

Tampoco parece que los modelos de salvación, vengan de la ola neocon dispuesta a travestir su mentira con un disfraz de verdad única. Trump, Bolsonaro, Johnson, Orban, Putin y algunos otros, también están mostrando groseramente sus vergüenzas y sobre todo su inhumanidad, solo equiparable con su enorme estupidez. Ni tampoco de caudillajes tipo Maduro, cuyos resultados a la vista están.

Por fortuna, el clima ciudadano, es mucho mas calmado de lo que pretenden esas élites tristemente adictas a la crispación y al enfangamiento.

Así que sigo en mi desierto exhortando a la prudencia, a la sensatez, a la inteligencia, a la compasión y al humanismo. No me importa que me llamen lo que quieran si ello les sirve de desahogo.

Será mi penitencia.

PD: Recuerden que la fácil escalada, puede malograrse con un fatal despeñamiento

(*) Jesús Penedo Pallas, Ingeniero Técnico Industrial, Licenciado en derecho, Secretario del Patronato de la Fundación Adcor y jubilado de la Función pública.