Paciencia franciscana necesitan aquellos que han  superado con abundancia el medio siglo y tras una vida con poco de fácil y mucho de compleja, al  contemplar estupefactos la cascada de dislates que sin el menor rubor se reiteran trasladando la anécdota a la categoría.

Que el Líder de la Oposición es hombre de pocas luces y escaso recorrido intelectual es algo que traslucen sus apariciones en los medios. Extraña más su tenacidad por visibilizar sus limitaciones. Se esfuerza tozudo para que ningún ciudadano tenga duda sobre su raquitismo político. Una clave para entenderlo, sería que esto obedezca al intento de discutir el palmarés de Bobo del Año con la Sra. Ayuso.

Dos individuas, descerebradas, miserables, poco más que veinteañeras, empleadas en una residencia catalana para gentes mayores se refocilan grabando en un video maltratando a una anciana postrada e indefensa. Su catadura moral se muestra en las redes sociales. Procede expresarlo sin edulcorar. No caben medias tintas  ante un proceder tan cobarde y canalla. Las “explicaciones” de una de ellas en un video  traslucen solapada indiferencia y la amoralidad de un ser humano carente de conciencia clara de sus actos, en  una hipócrita aparición de oficio para salir del paso. Lo descorazonador es que no se trata de un suceso aislado…

¿Son una muestra de esas generaciones pomposamente calificadas, “las más preparadas”? ¿O quizás el producto de una sociedad que ve derrumbar sus valores humanos, cultura o empatía social tras destrozar literalmente uno tras otro los planes de estudios? ¿O de  amputar las humanidades, la ética y la formación cívica en los programas docentes? O simplemente, el resultado de dinamitar con calculada perseverancia la posibilidad de  un pacto de Estado para la Educación. Los más satisfechos del fracaso pactista son los que de ella quieren hacer adoctrinamiento a la par que negocio, en especial la Conferencia Episcopal. Los que consideran más útil una masa ayuna de conocimientos, mano de obra dúctil y barata.

El desprecio al esfuerzo y la excelencia se  pone  en valor con la permisividad y la ley del mínimo esfuerzo. No cabe mostrar sorpresa si surgen como hongos sorprendentes currículos, como el del Líder de la Oposición. Una licenciatura conseguida  en un visto y no visto, casi  sin tiempo para pisar el aula donde impartían las disciplinas de su titulación.

Por sus predios sigue su viaje astral el Sr. Torra, en una nube amarilla ajeno a la banalidad de la gestión de lo cotidiano. Algo que no puede distraer al mesianico Moisés que conduce su pueblo a la Tierra Prometida siguiendo la estela de su Sumo Sacerdote allá en el Templo donde Napoleón perdió las plumas…Algo tan terreno y banal como un virus por muy pandémico y terco que sea no puede turbar el destino manifiesto del profeta redentor…

El mundo se desploma por una pandemia que es ya cruel coartada de una brutal recesión, mientras sigue la danza del absurdo…Un energúmeno en la Casa Blanca con grosero fascismo convierte el centro del poder ejecutivo de la República en sede partidaria mientras contempla con salvaje indiferencia los estragos del virus pandémico y racial en su país. En Brasil un trastornado disfrazado de Presidente fomenta los contagios con irresponsabilidad criminal…

Por estos lares un capitán araña estrambótico, asido a un apellido que se desvanece en el olvido, en el ocaso de su carrera artística empuja borregos, al matadero negacionista. Luego donde dije digo, dice Diego, o quizás sin saber bien lo que dice Diego, vuelve a decir digo,  hace percha de ello para salir de su ostracismo, aunque el peaje sea un reguero de contaminados y quizás algún muerto. Lo que la sabiduría popular llama “cacao mental”.

Algo equiparable al “sorber y soplar” que tanto gusta al Líder de la Oposición, y que practica con tanta fruición. Los días pares pide mando único, los impares lo condena como dictatorial. No vota el estado de alarma, para poder exigirlo cuando se levanta. Exige competencias para las autonomías y condena ferozmente si se las enfrenta a asumirlas. Se va la playa para criticar el Presidente del Gobierno por tomar unos días de asueto. Dice de la formación morada que esta inhabilitada para formar parte del gobierno por estar incursa en una investigación judicial cuyo recorrido aparenta más que dudoso… Lo hace con la incontestable autoridad moral de presidir el ÚNICO partido político condenado como tal, por lucrarse con tramas corruptas…

No pocos pensaran, “quien te entienda, que te compre”… Lo harán mientras mascullan con hastió…Incoherente, inútil, inmaduro, grotesco, corto de miras. Incapaz de disociar el interés de estado del interés de partido…

Y así, día tras día  los que ya sobre sus costillas llevan un largo recorrido vital, no solo soportan el riesgo preferente del Covid 19,  sino que con la paciencia que hacía gala Francisco de Asís, se ven obligados a ser espectadores del bochornoso imperio de los dislates.

*Antonio Campos Romay ha sido diputado en el Parlamento de Galicia.