La pandemia nos ha puesto a la vista el calendario hebreo dado que, con una semana de anticipación, el gobierno de Israel ha decretado un segundo confinamiento, de al menos tres semanas. Y es que este viernes 18/septiembre al atardecer, justo cuando sale la primera estrella, con el sonido del shofar (cuerno de carnero) comienza su año civil. Es el día 1/Tishri (ת שׁרי)/5781 de la era mundi, el primer día de un año, en este caso, de 353 días. Se celebra durante dos días como el festivo Rosh Hashaná (“cabeza del año”); luego el próximo 28/septiembre será Yom Kippur (día de oración y ayuno, pero precedido por cenas festivas) y a partir del 2/octubre será Sucot (la “fiesta de las cabañas”) que conmemora la cosecha y termina con Shemini Atzeret y al día siguiente, 11/octubre, Simjat Torá. Con esos datos, se entiende las precauciones de ese gobierno cuando sabemos el alto riesgo de contagio en grandes reuniones, incluso de familiares.
Aunque nos parezca exótico, el calendario hebreo, que aglutinó a un pueblo disperso en medio de otras culturas, está también diseñado para el hombre. De hecho es responsable de la creación del ritmo más universal, la semana, y, aunque ello sea cuasi desconocido, está detrás de nuestras fiestas movibles. Y es que la regla del concilio de Nicea que determina el domingo de Pascua (y por lo tanto el Martes de Antroido, Viernes Santo, la Ascensión, el Rocío, Corpus o la Feria de Abril) se basa en la de la Pésaj, aunque con un diseño que evita la coincidencia de ambas.
Datos:
- Las necesidades rituales (muy relacionadas con los procesos agrícolas y por lo tanto con las estaciones) obligaron a que, para mantener la correlación astronómica, el calendario lunisolar judío incluya ajustes, pues un año lunar de 12 meses (como el islámico) es 11 días más corto que un año solar [y un año lunar de 13 meses es unos 19 días mayor]. El principal de los ajustes es la existencia de años de 13 meses (Shanah Me’uberet, literalmente “año embarazado”; el DLE incluye el término año embolismal para ellos). Ese mes adicional de 30 días se llama Adar Alef (primer Adar) y es añadido justo antes del usual mes Adar (que pasa a ser Adar Beit, segundo adar, y a tener 29 días), siendo el último mes del año en el calendario religioso hebreo que comienza en Nisán, el mes de la Pésaj. El patriarca Hil.lel Hanassi II fue quien en 359 a. D. introdujo ese calendario, aunque hasta el siglo X hubo desacuerdos sobre las reglas de intercalación. En un ciclo de 19 años se añade ese mes adicional en los años 3º, 6º, 8º, 11º, 14º, 17º y 19º del ciclo. Un malentendido muy común es que la correspondencia de este calendario con el gregoriano ocurre cada 19 años. Pero de hecho el calendario judío vuelve a repetir su ciclo, tomando en cuenta las variaciones en días, meses y años, una vez cada 247 años, con una pequeña diferencia de 50 minutos entre ambos. Para que la repetición entre dos años hebréos sea perfecta, tienen que transcurrir entre uno y otro nada menos que 689.472 años.
- La duración media de un mes hebreo es de 29.530594 días, muy cerca del tiempo entre dos lunas nuevas (29.530588 días); es tal la precisión que han de transcurrir 13.800 años antes de una discrepancia de un solo día entre el inicio de los meses y el de la luna nueva. Aunque ajusta mejor el año solar que el calendario juliano, el calendario judío no supera al gregoriano. La duración media de un año hebreo es 365.2468 días frente al solar real de 365.24219 días, por lo que el calendario judío acumula un día de error con respecto al año solar cada 216 años.
- El año judío que comienza es el 5º del ciclo que se inició en 2016; es un año de 12 meses y hasera “defectivo”, de 353 días. El anterior, 5780, fue también normal pero shelemah “completo”, de 355 días; mientras el siguiente 5782 (que empezará el 7/septiembre/2021) será shelemah “completo” y embolismal, de 385 días. Los ajustes mas pequeños están en la duración de los meses 8º y 9º, Hesván y Kislev, para coordinar el ayuno de Yom Kippur con el shabbat (el Día de la Expiación no puede caer, ni en viernes, ni en domingo) y para que la celebración de Hoshanah Rabbah (el séptimo día de Sucot) no caiga en sábado. Hay que aplicar otras tres reglas de este tipo (dehiyyot) para evitar que un año ordinario exceda de 355 días y uno de 13 meses tenga menos de 383 días. Todo ello produce un calendario con seis tipos de año (ordinarios de 353, 354 o 355 días; embolismales de 383, 384 o 385 días) pero empleando reglas aritméticas relativamente simples.
- Con tal variación de número de días se precisan reglas para los cumpleaños, en especial la mayoría de edad de las mujeres, Bat Mitzvah, en su duodécimo cumpleaños y sobre todo la de los varones, Bar Mitzvah, en el decimotercero. Para los nacidos en Adar o Veadar se traslada al mismo día pero del último mes del correspondiente año judío; y los que nacieron el 30 de Hesván, Kislev o Veadar, en los años en que tal día no existe, lo postponen al primero del mes siguiente. Por ejemplo un niño judío nacido el 3/enero/2009 celebrará su mayoría de edad (13 años), su Bar Mitzvah, el 31/diciembre/2022 (si fuese niña su Bat Mitzvah, 12 años, lo celebrará el 11/diciembre/2021). Ambos no cumplieron años en 2011, 2016 y 2019, pero cumplieron dos veces en 2012 (el 2/enero y otra vez el 20/diciembre), en 2017 (5/enero y 25/diciembre), y en 2020 (el 4/enero y el 22/diciembre).
- Para evitar que caiga en un día en el que no se puede leer la Tora, son precisas reglas adicionales para los aniversarios del fallecimiento de un pariente (yahrzeit, en yidis “tiempo de un año”). En él se enciende un cirio un día entero y se recita el qaddish en la sinagoga; esta práctica, en la forma actual, comenzó probablemente en Alemania en el siglo XIV y se extendió a otras regiones. Además de la regla para Veadar, si el fallecimiento fuese en 30/Adar y el año actual fuese común (en el cual Adar tiene 29 días), hay que trasladar la fecha al último día del mes undécimo, Sebat; también, si el fallecimiento fue en 30/Hesván (respectivamente, en 30/Kislev) y el primer aniversario no fue en esa fecha, se usa el día anterior a 1/Kislev (resp. a 1/Tebet), mientras en todos los otros casos se usa la fecha original.
El 17/septiembre es el Día de Melilla (fecha de su conquista en 1497) y en EE. UU, Constitu-tion Day (fecha de su firma en 1787). El 18/septiembre es en Chile su Día de la Independencia (de España en 1810), mientras este 19/septiembre, además de Rosh Hashaná, es en Nepal su Día de la Constitución (adoptada en 2015, consolidando el paso de monarquía constitucional a república federal) y, en las islas caribeñas Saint Kitts and Nevis (descubiertas por Colón en 1423), su Día de la Independencia (del Reino Unido en 1983).
*José María Barja Pérez, exrector de la UDC