Eva Martínez Acón

El pasado martes desde el Observatorio Coruñés de Análise Social e Política organizamos una mesa redonda para hablar de Memoria Democrática y República. En una semana en la que conmemoramos la proclamación de la II República consideramos que era un acto necesario para promover el debate y la reflexión acerca de dos temas que consideramos de interés: la recuperación de nuestra Memoria Democrática y la reivindicación de los valores y principios que inspiraron hace 92 años un cambio en nuestro país que se vio abruptamente truncado por un golpe de estado, posterior guerra civil y cuarenta años de dictadura franquista.
Un acto en un entorno emblemático, la biblioteca de la Casa Casares Quiroga, entre libros dedicados de don Santiago Casares cedidos por su familia y el Ateneo Republicano de Galicia y flanqueados por una gran bandera republicana. Una charla en la que participaron Luis Lamela, historiador, literato e investigador y Antonio Campos Romay, exconcejal en el Ayuntamiento de A Coruña, exdiputado en el Parlamento de Galicia, expresidente de la “Fundación del Instituto de Estudios Políticos y Sociales” y coordinador del libro » Un viaje a la historia del socialismo coruñés del siglo XX y XXI» junto a Jesús Penedo y el propio Luis Lamela.
Escuchando a Luis Lamela no pudimos evitar emocionarnos ante las dificultades con las que se encontró cuando empezó a investigar sobre la represión franquista en Galicia. El acceso a archivos históricos, registros civiles, documentos militares… supuso una catarsis personal. Investigar sobre la guerra civil y el período franquista se convirtió en una cuestión personal y de justicia. «Hablar de memoria es hablar de justicia« y era y es de justicia reivindicar a los/as represaliados/as y sacarlos del olvido. No era tarea fácil, sobre todo, superar el miedo de los familiares que guardaban silencio. «Había que superar la amnesia colectiva, poner rostro a los que sufrieron» y recuperar la memoria sin el relato inventado de los sublevados que promovieron un «olvido inducido«. Luis también recordó que a día de hoy a pesar de los avances de la Ley de Memoria Democrática sigue practicándose la desmemoria y todavía quedan vestigios franquistas en las calles de nuestras ciudades.
Nuestro compañero Antonio Campos, invocando la frase de Antonio Machado «con las primeras hojas de los chopos y las últimas flores de los almendros, la primavera traía a nuestra República de la mano» transmitió la esperanza e ilusión que supuso la proclamación de la II República en 1931. Se abre un espacio para el progreso, para la democracia, libertad, derechos…»días en los que los súbditos fueron elevados a la categoría de ciudadanos«. Con inmensa emoción Antonio recordó la primera medida que tomó como concejal cuando llegó a la corporación. Un acto, que más allá de abrir un espacio físico estaba cargado de simbolismo: el derribo de la pared que separaba en el cementerio de San Amaro, el cementerio “civil” del cementerio “católico”. Una segregación que “prolongaba el odio después de la muerte”.
Un repaso por diversos períodos históricos de tradición monárquica borbona hasta nuestros días permiten concluir «…es hora de reivindicar la III República. Desde el recuerdo emocionado a las mujeres y hombres de la II República homenajeados cada 14 de abril. Personas generosas que impulsarán los valores democráticos que por ello sufrieron en sus carnes la represión franquista que fueron despojados de su vida por defender la libertad. Todos ellos y todas ellas son parte sustancial y emocionante de nuestra Memoria Democrática».
Cabe recordar que el pasado 19 de Octubre del 2022 se aprueba la Ley 20/2022 de Memoria Democrática, una ley que condena por primera vez el golpe militar de julio de 1936 y la dictadura franquista. Una Ley que reivindica a las víctimas. La constitución de un banco nacional de ADN de víctimas de la guerra y dictadura hasta la declaración de ilegalidad de las sentencias los tribunales franquistas y el derecho a una declaración de reconocimiento y reparación personal entre otras medidas.
Tras las intervenciones de los dos ponentes abrimos espacio para el debate, donde la Transición fue un tema recurrente. Como expuso Antonio Campos, no podemos juzgar desde la perspectiva actual las decisiones tomadas entonces sino que hay que retrotraerse a ese momento, sin idealizar, pero considerando que eran tiempos complicados que costaron la vida “a casi 600 personas en lo que se calificó de proceso modélico. Por vía de ejemplo cabría señalar que la Revolución del 25 de Abril en Portugal, que acabaría con la dictadura más longeva de Europa, las víctimas fueron cuatro”.
¿Estamos preparados para un referéndum para elegir nuestra forma de Estado? ¿ Por qué no se ha hecho ya que han transcurrido casi 48 años de la dictadura franquista? La respuesta a la primera pregunta fue coincidente para los que estábamos allí. Sí. Nuestra sociedad está madura para poder decidir qué forma de Estado quiere, algo que se nos negó entonces porque “no tocaba”. Así lo recordó Lois Fermín Rodríguez en la alocución conmemorativa en el Campo da Rata organizada por el Ateneo Republicano “ ¿ Podemos plantear en este momento la cuestión del modelo de Estado o como se consideró a la muerte del dictador Franco, en el período constituyente conocido como Transición, ahora cuarenta y ocho años después tampoco toca, tampoco es momento, tampoco es conveniente, incluso ya no es necesario porque el actual modelo la monarquía parlamentaria , como ya dicen algunos, sea el modelo ideal para el Estado español?.
En respuesta a esta cuestión recordé aquella frase de Winston Churchil “el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. Quizá es que no ha habido en todo este tiempo estadistas que pudieran mirar más allá de cuatro años y fueran capaces de plantear sin dramas, con madurez, con participación ciudadana, un nuevo modelo de Estado.
La cantautora Rosa León decía hace unos días que no había que comparar nostalgia con memoria. Coincido absolutamente, nostalgia es mirar al pasado con melancolía y añoranza y soy de la opinión de que cualquier tiempo pasado no fue mejor, sino que lo mejor está por venir. Con MEMORIA reivindicamos la democracia robada, los derechos y libertades, los valores democráticos de justicia, igualdad, dignidad, participación en la vida política por la ciudadanía. Y son necesarios actos como el del Observatorio o del Ateneo para conocer nuestra historia porque “aquellos que no conocen u olvidan su pasado están condenados a repetirlo” como recordó el Secretario de Estado de Memoria Democrática Fernando Martínez.
Antonio Machado lo definió con una hermosa metáfora, la II República llegaba en primavera en la que todo nace de nuevo incluída la esperanza en una sociedad más justa e igualitaria. Ojalá veamos renacer un nuevo tiempo, el de la Tercera República.