TAXI VS. VTC, NO HAY CANCHA.-José Luis Ortiz*

El conflicto del taxi necesita solución para bien del usuario y para los que comen del mismo. En caso contrario no sólo saldrá perjudicado el consumidor, manteniendo de forma artificial un servicio de  escasa calidad y alto precio sino que afectará directamente al trabajador del sector.

Las economías más desarrolladas del sector (Reino Unido, Suecia, Holanda, EEUU) se encuentran en las Antípodas con respecto a países como Italia y España atrasados y estancados en el pasado, si bien es cierto que hay diferencias notables entre las licencias de la VTC (5.000 euros) o las del taxi ( hasta 100.000).

En España, hubo una breve liberación de las VTC, en el gobierno del PSOE en 2009, pero fue el gobierno del PP el que lo limitó a una licencia de VTC por cada 30 de taxis, y hoy son las comunidades autónomas las competentes en este campo y no extienden ninguna licencia, lo cual restringe la competencia y aumenta a su vez su precio, encareciéndolo todavía mas.

Lo que nadie parece darse cuenta es que esta batalla ya está perdida antes  de comenzar, entre otras cosas porque las licencias solicitadas  durante el período de liberalización entre 2009 y 20015 están siendo reconocidas por los tribunales por lo que la restricción que el PP intentó implantar no puede tener carácter retroactivo. Además, en ningún momento la UE ,defenderá en ningún caso el monopolio del taxi, de hecho la normativa europea ha publicado un informe que carga contra el sistema español y busca un  sistema  que favorezca la implantación de nuevos e innovadores proveedores de servicios.

El debate real no debería centrarse  en intentar entorpecer la actividad de empresas tipo Uber  o Cabity sino en transitar hacia un sistema libre en el transporte driscrecional de viajeros en donde ambos convivan pacíficamente  y ofreciendo servicios de mejor calidad en ambos partes.

Ante este problema sólo quedan dos soluciones  más o menos solventes a plazo corto:

  1. Mantener una rigidez y limitación en el mundo del taxi vigente, eliminando el número mayor posible de VTCs, llegando a prescindir de la necesidad de licencia.
  2. Liberalizar por completo y al máximo nivel el sector de forma que tanto el taxi como las VTCs  compitan entre ellas sin ningún tipo de restricciones, previa compensación a todos los taxistas que no hayan amortizado aún la compra de su licencia.

Alternativas que creo que habría que valorar dentro de la mayor seriedad y transparencia. En el primer caso el mundo del taxi mantendría su monopolio, lo cual no considero muy valorable a medio plazo, aunque de momento mantuviese a gran parte de su clientela y los ayuntamientos mantuviesen su fuente de ingresos. Una demanda cautiva que después, dentro de unos años se pagaría muy caro.

Las VTCs se tendrían que mantener con la plataforma digital, sin posibilidad de poder captar clientes en la calle y sin límites de vehículos, pero con una fuerza mayor cada vez de las plataformas digitales.

La medida que implanto el PP vulneraba la libre competencia y así lo manifestó y lo denunció la CNMC.

Por eso creo que la mejor alternativa sería la opción segunda a medio y largo plazo, claro que esa es la opinión personal de un usuario con ganas de bucear en los temas de interés y candentes de  una realidad cambiante.

*José Luis Ortiz Güell, funcionario

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