Es repulsivo asistir a determinados comportamientos políticos y su traslación a los debates parlamentarios. Repugnan las formas, el lenguaje y la cínica hipocresía.

El lenguaje usado por el Bloque de la Derecha Extrema, soez, tabernario, agresivo, grosero, solo encuentra antecedente plausible en los indignos exabruptos del enloquecido y alcoholizado Queipo de Llano en los micrófonos de Radio Sevilla.

Escuchar a Dña. Inés Arrimadas, desquiciada una vez más,  emplaza desmelenada y patética al transfuguismo a la bancada socialista, amenazándola veladamente. La califica de vividores de la política o de cobardes. Provocaría  vergüenza ajena si no fuese absolutamente vomitivo. Recuerda a las señoras  reaccionarias de la alta burguesía chilena arrojando maíz a la puerta de los cuarteles de Santiago para incitar a los militares a impedir la toma de posesión del  presidente socialista, Dr. Allende

El matonismo del Sr. Abascal amenazando sin tapujos al diputado de “Teruel existe” es un baldón para el Templo de la Palabra, convertido por la extrema derecha en cantina de barrio chino. Su chantaje sigue en tuiter: “Si yo fuera turolense estaría acampado ya en la plaza del ayuntamiento hasta que el señor Guitarte renuncie a traicionar a todos los españoles y haga que Teruel exista para España, no para someterse a los separatistas”. Continua la presión Hazte Oír, asociación ultra católica de extrema derecha con una petición de firmas para dirigir al diputado… Tomás Guitarte, sufre pintadas en su municipio y comarca, mientras se multiplican  mensajes amenazadores situando sobre sus hombros el desenlace de la investidura….

Ayer satanizaron al Presidente Rodríguez Zapatero y al Sr. Rubalcaba, artífices de la derrota definitiva de ETA. No dudaron en salir a la calle clamando porque se destruía   España. Entorpecieron para evitar el final de la banda, ¿a que si, Sr. Gil Lázaro?, (PP ayer, hoy Vox)… Siguen aferrados histéricos a la tragedia que ensangrentó los últimos años del franquismo y gran parte de las décadas democráticas. Dolor que pudrió  nuestra convivencia y puso en más de una ocasión en riesgo el proceso democrático. Con impudicia siguen esgrimiendo sectarios algo que fue drama de toda la ciudadanía.

Produce tristeza ver la imagen fantasmagórica y errática del hijo de uno de los más dignos presidentes de España, D. Adolfo Suarez González, deshonrando su memoria. Diciendo estupideces y mancillando su condición de miembro de la Mesa del Congreso con su comportamiento en el escaño. Tanto como la inmensa hipocresía de quienes tras haber estado insistiendo en el argumento de, -con toda la razón-, que el mundo aberzale abandonase la violencia para incorporarse al juego político, cuando esto sucede y con el voto popular se incorporan a las instituciones, les satanizan a cada paso utilizándolos como armas arrojadizas a la menor oportunidad.

Es indecente la chulería golpista del eurodiputado de Vox, Herman Tersch, que con toda impunidad incita al Ejercito, -la “necesidad” de la intervención de las Fuerzas Armadas para INTERRUMPIR el “obvio proceso golpista de voladura de España como nación»- (sic), ante el silencio cómplice de la cúpula “voxista”… Tanto como extender la especie de la “ilegitimidad” del gobierno y de algunos diputados, atravesando la última línea roja posible.

Es intemperante que un órgano administrativo electoral, fuera de un periodo de este tipo,  la víspera de la investidura tome una decisión que no pocos juristas consideran aberrante,  inhabilitando al Sr. Torra y retirando la inmunidad al Sr. Junqueras en lo que hasta el más ingenuo, podría sentirse tentado a ver un claro intento de embarrar el acto parlamentario. Tanto como que el Sr. Casado, presidente del PP lo comunique como triunfo personal antes que la JEC lo haga público. Algo que es como…“Teruel existe”, las casualidades también, y las meigas haberlas las hay…

Que con estos antecedentes una sociedad pase cuarenta y ocho horas con no pocas reservas sobre la posibilidad de un intento de un nuevo “tamallazo”  quizás invite a reflexionar seriamente sobre nuestra salud democrática…

¿Nunca se sabe, verdad señora Aguirre?

*Antonio Campos Romay, ha sido diputado en el Parlamento de Galicia